El complejo militar y el gobierno americano.
Las relaciones entre la industria militar y el gobierno estadounidense se hacen evidentes especialmente en “JFK” y en “Porque Luchamos”, en estos filmes, los directores muestran una conexión bidireccional dependiente entre estos dos entes, que se puede considerar antidemocrática, ya que aunque el estado americano es el que establece las normas dentro del país y supuestamente busca el bienestar de la nación, la industria militar es el que provee los rublos que lo sostienen y de alguna manera, marca la pauta.
Esta relación tan intima fue prevista por el ex presidente Eisenhower, quien en su discurso de despedida, insinuó sobre el peligro que significarían las decisiones e intereses del complejo militar armamentista para la nación americana, pues este solo buscara la fabricación desmesurada de armamento y su venta, haciéndose necesaria en esta ecuación otro factor, la Guerra.
Este discurso, es el punto de partida de ambos filmes, y claramente quiere plantearle al público que dicha idea no es cuestión de la imaginación de los directores, sino que uno de sus gobernantes, uno que conoció muy bien la vida militar, también lo pensó y lo advirtió.
En “JFK” vemos cuales pueden ser los alcances del complejo militar, hasta el punto de llevar a los entes gubernamentales (FBI, CIA…) a cometer un “Golpe de estado” como lo plantea el agente “X”, con el que se entrevista el fiscal Garrison. Vale resaltar que, la película se baso en dos novelas, la primera de Garrison (producto de sus investigaciones) y la segunda de Jim Mars (periodista especializado), lo que aporta una base teórica a los hechos que se muestran en la pantalla.
Las declaraciones de agente “X”, un ex-agente de servicio secreto, son fundamentales para cuestionarnos sobre ¿quién es realmente el responsable de la muerte de Kendy?, los entes gubernamentales que fraguaron su muerte o las industrias militares que necesitaban y presionaron para ella. Esta pregunta la planteo desde el dialogo sostenido entre el hombre “X” y el fiscal, ya que allí, se expone que las ideas reformistas de Kendy eran una amenaza inminente para el sistema armamentista y su relación con los altos administrativos del estado americano, haciéndose necesaria su eliminación.
Y estas premisas se hacen más evidentes en el documental de Eugene Jarecki, en el se narran desde diferentes puntos de vista (Desde la izquierda americana hasta la derecha) como se piensa la guerra en Estado Unidos; las entrevistas realizadas a diferentes personajes como John McCain (político), Chalmers Johnson (ex-analista de la CIA), Richard Perle (Politico), Joseph Cirincione (policía), muestran que bajo la idea de “defender la libertad” se esconden las más oscuras intenciones económicas del complejo militar estadounidense.
En este filme, no solo se muestra como la guerra y en este caso, la guerra de Iraq, se transforma en un sector indispensable de la economía americana sino como el estado se confabula para lograr los objetivos dicha industria. En esta dirección, encontramos serias denuncias por parte de los entrevistados, relacionada a la corrupción del congreso, quienes en lugar de responder a los intereses del pueblo sobreponen las necesidades del complejo armamentístico.
La relación tan estrecha entre estado e industria militar no solo se limita a los tratos existentes entre los diferentes miembros del gobierno, como en el caso de algunos congresistas, que paralelamente a su labor ejercen “asociaciones” con empresas de este sector, sino a la cultura de “corrupción legal” que se está creando entorno a dichas relaciones, que se han apoderando del país, dónde “sin guerras no hay E.U”.
Así observamos el caso de un joven que se enlista a la Marina Norteamericana, quien a través de sus entrevistas y su forma de ver la vida, expone como el sistema militar no solo ofrece protección y libertad al pueblo, sino que es un medio que genera empleo y oportunidades de crecimiento. Empleo que no se limita a aquellos que trabajan directamente como soldados, sino que es una industria que se extiende a otros factores, tanto de inteligencia como de fabricación y comercialización de armamento, donde lo más importante no es proteger la libertad sino cumplir con la producción.
En este punto es importante resaltar, que a pesar de que Estados Unidos lleva la bandera de la democracia, los intereses de los dueños de las industrias militares están controlando al país, y no las necesidades de su pueblo, poniendo en peligro la verdadera concepción y aplicación de Democracia.