El presente texto, pretende dar una mirada general de uno de los eventos macroeconómicos más importantes de la historia, la crisis de 1929 o el llamado “Crack del 29”. Esté acontecimiento se destaca de otras crisis debido a su extensión, no sólo es la primera crisis a nivel mundial, sino que, afecta por primera vez tanto el sector agrícola como al industrial, y a todos los sectores sociales sin discriminación. Por esta razón, abordaremos los antecedentes a la crisis, posibles causas, las diferentes soluciones planteadas por los países y sus consecuencias, paralelamente observaremos como un problema económico puede desencadenar grandes cambios sociales y políticos.
Una mirada a la época de post guerra
Para entender este fenómeno es indispensable recordar, que durante los años 20, época de post guerra, Europa se encontraba en ruinas, incluso los países vencedores de la I Guerra Mundial pasaban por importantes problemas económicos. Las deudas y gastos necesarios para la recuperación de la guerra, y el claro poder económico americano, promovió en dichas naciones una serie de tendencias que inevitablemente aportarían a la venidera crisis del 1929.
De esta manera, el sistema económico de la mayoría de la naciones se caracterizo por la implantación del sistema de producción en masa (Taylorismo y Fordismo), la concentración industrial (que llevaba a la concentración de capital), los altos índices de consumo (crecimiento de las ventas a plazos y dependencia de lo crédito bancarios) y la marginación de sectores como la industria textil y agraria (Crisis de 1929 y la Gran Depresión). Claramente adoptaron un sistema capitalista.
Para 1920 una ola de precios bajos azota las economías Europeas, y aunque, estas buscan solucionar el problema dándole respaldo a la moneda, países como la Unión soviética y Alemania, ven como su sistema monetario se derrumba y acuden al préstamo extranjero (especialmente de EEUU), incrementado el valor de su deuda externa.
A diferencia de estos países, EEUU salió favorecido por la I Guerra Mundial, ya que aprovecho ese momento para transformase en proveedor de materias primas, productos industriales y alimentos a nivel mundial. Para los años 20, las industrias americanas crecían rápidamente (especialmente la industria eléctrica, la química y la petroquímica, la aeronáutica y la automotriz) atrayendo grandes inversiones de todas partes del globo, asegurando a EEUU (Bolsa de Nueva York) como el centro económico del mundo.
Una crisis que se avecinaba en el silencio
Como observamos anteriormente, el mundo económico se encontraba en desequilibrio, EEUU era el único país que gozaba de una aparente estabilidad, pero su dependencia de los demás países (que pasaban por momentos de depresión económica), le impidieron a sus industrias seguir expandiéndose. Aunque las necesidades de los países en ruinas por la guerra eran altas, en busca de evitar el crecimiento de la deuda externa y gracias a una leve recuperación de sus economías, no generaron la demanda que EEUU preveía, generándose la acumulación de productos (“La Sobreproducción supera las necesidades reales de consumo a partir de 1925” (La Crisis de 1929)), la caída de precios, el aumento del desempleo y la disminución del nivel adquisitivo de la población americana.
Gracias a esa desigualdad económica mundial, Estados Unidos se convirtió en el mecenas de muchos países y como se expuso anteriormente, estos empezaron depender de los créditos extranjeros, aumentado su dependencia financiera de los Estados Unidos, atándolos a sufrir los daños del crack del 29.
Estas situaciones hacen parte fundamental de las causas de la Crisis de 1929, pero están acompañadas de otro evento fundamental que se desarrollo en la bolsa de New York. Para esta fecha, la compra de acciones en la bolsa era uno de los negocios más rentables, y en muchas ocasiones los inversionistas pedían créditos a los bancos, ya que el margen de ganancias en la bolsa era de hasta un 50% y el porcentaje de intereses (12%) era mucho menor (Caída de la Bolsa de Wall Street). De esta manera la prosperidad ya no dependía del desarrollo industrial sino de la especulación (muchas acciones que allí se cotizaban sobrepasaban su valor real).
El 24 de octubre de 1929 o el conocido “Jueves Negro” fue el momento donde la bolsa de New York quebró, y con ella colapsaron el sistema bancario, la industria, el comercio y la agricultura americana. Esa mañana se cotizaban a la baja gran cantidad de títulos que no encontraron compradores, llevando a la quiebra a muchos inversionistas, que a su vez le debían a los bancos. La conmoción fue tan grande, que muchas personas se abalanzaron a retirar sus ahorros de los bancos, pero estos no fueron capaces de cubrir todas las peticiones debido a los grandes créditos otorgados en los años anteriores, llevando a la quiebra a cerca de 600 bancos en Estado Unidos (Iturra, 2006).
La dependencia económica hacia Estados Unidos de varios países del mundo, inevitablemente les hicieron sentir y vivir la crisis que ese día exploto en el territorio americano. “En general en el mundo, la crisis fue similar a la americana: desplome de las cotizaciones de Bolsa, descenso de los precios, sobre todo los agrícolas, caída de los créditos y de las inversiones, hundimiento de la producción industrial y aumento del paro” (La Crisis de 1929).
Una onda expansiva que no perdona a nadie
La crisis que se desencadeno en Estados Unidos rápidamente rompió fronteras y llego a cada uno de los países que tenían tratos con él. Obligándolos a determinar caminos para afrontar la crisis y no sucumbir ante ella. En esta parte del texto, trataremos de dar un marco general de las principales consecuencias de las crisis en algunos países afectados.
Inicialmente, abordaremos a la cuna de la crisis Estados Unidos de América, quien durante estos años de depresión se caracterizo por: Altos niveles de desempleo (en 1929 cerca de 2.500.000 de desempleados a 1932 13.000.000 de desempleados), los salarios se había visto reducidos (entre un 10% y un 30%), crecimiento de los índices de pobreza, grandes desplazamientos a las urbes(los campesinos perdieron sus tierras al pagar deudas o ser embargados por los bancos), descenso demográfico, se acentuaron las diferencias sociales, el PNB (Producto Nacional bruto) había bajado en gran medida, cerca de nueve mil bancos habían quebrado y miles de empresas comerciales e industriales cerraron sus puertas (debido a la falta de créditos que les ayudaran a solventar sus negocios y afrontar la baja de precios y la acumulación de stocks), haciéndolo acreedor del 50% de las perdidas mundiales (Iturra, 2006).
Este panorama se repite en menor medida en los países de Europa, pero en algunas ocasiones con ciertas variantes, la cuales destacaremos a continuación: iniciaremos con uno de los países más afectados de esta onda expansiva, Alemania, ya que como se planteo anteriormente este tenía una clara dependencia del sistema financiero americano, y este al diplomarse cerro la posibilidad de créditos que solventarían la producción nacional. Al igual que EEUU muchas personas intentaron retirar sus ahorros, pero el canciller Brüning decreta el cierre de todos los bancos afectados en el país para evitar mayores retiros y congelar los dineros extranjeros.
Continuaremos con Inglaterra, donde observaremos un fenómeno bastante interesante, al igual que en Alemania se generaron grandes retiros por parte de personas extrajeras que exigían sus ahorros en oro, y como este país no contaba con granes reservas de oro abandona la “paridad-oro”, esta decisión le cuesta la devaluación de su moneda (30%) y la de otras monedas en el mundo, principalmente las de Egipto, Bolivia y Japón (Iturra, 2006).
Por su parte Latinoamérica, al igual que los países de Europa dependía de los créditos que EEUU le brindaba, tras la crisis, los créditos se suspendieron y las obras que se llevaban a cabo con dichos rubros también. De esta manera, sus posibilidades de pago de la deuda externa se paralizaron, y al evitar este pago (como los países Europeos también pararon sus pagos, y América Latina se presento como un solo frente, EEUU no tuvo otra opción más que aceptarlo) , estos países gozaron de una expansión de la producción y del comercio interno (crecimiento del PNB y desarrollo de la economía nacional), aunque también hubo un aumento de los niveles de pobreza (cambios de las formas de pensar y cuestionamiento de sus actuales gobiernos, de derecha), lo que se materializo en el nacimiento de varios gobiernos de izquierda, a excepción de Argentina, donde se impuso un gobierno militar.
Cada uno por su lado
Aunque, como hemos visto la crisis afecto a todos, los países decidieron desarrollar cada uno por su lado políticas para enfrentarla, esto claramente llevo al hundimiento del comercio internacional. De estas soluciones nacen dos modelos destacables, el adoptado por Estados Unidos y el de Alemania.
Antes de profundiza en esas dos líneas es importante resaltar que los países se cerraron y empezaron a desarrollar políticas nacionalistas (restricción del crédito, de las importaciones, medidas proteccionistas, renuncia al patrón oro), que en muchas casos afecto directamente la estabilidad social y política, debido a esto en muchos países al igual que en Latinoamérica, la derecha pedio poder y nacieron diversos partidos que aunque en Europa no lograron gobernar, si generaron giros en las políticas nacionales.
Ahora hablaremos de las políticas manejadas tanto en EEUU como en Alemania. El plan que los americanos desarrollaron bajo el mandato de un Demócrata[1], tuvo el titulo de New Deal, basado en los postulados del economista ingles Keynes, donde el estado tiene un papel protagónico, este plan manejo dos fases, la primera (1934) centrada en la actividad económica y la segunda (1935-1938) dirigida al bienestar social.
La primera fase se caracterizan por: “ayudar a los bancos, subvencionar a los agricultores, aumento de los salarios y reducción de las horas de trabajo, creación de nuevos puestos de trabajo en la administración pública y en obras públicas” (Caída de la Bolsa de Wall Street) que a su vez impulsaba a la construcción y las industrias aliadas.
Para la segunda fase, Roosevelt, crea un sistema estatal de seguridad social, de seguro de desempleo y de pensiones, estas políticas nacen ya que aunque la actividad económica mejoraba el paro seguía creciendo. Estas medidas de alguna manera alejan a EEUU de los procesos revolucionarios que se llevaban a cabo en otras partes del globo y mantienen la estabilidad del capitalismo en el territorio.
Las medidas adoptadas claramente ayudaron a EEUU a sobrellevar la crisis y superarla poco a poco, aunque los estragos del Crack del 29 fueron tan grandes que se sintieron hasta los inicios de la Segunda Guerra Mundial.
Continuando con Alemania, las políticas económicas fueron directamente marcadas por el Nazismo, una corriente ultranacionalista, que promovió a gran escala la intervención estatal en todos los ámbitos de la vida. El objetivo no solo era mejorar la economía y las condiciones sociales sino, el control de la sociedad y llevar a cabo una reestructuración del orden mundial[2]. De las políticas se destaca la creación de empleo y disposiciones fiscales que beneficiaban la industria, los bancos y los terratenientes. Lamentablemente, el plan Nazi desato la II Guerra Mundial y volvió a sumergir a Alemania en una depresión económica.
La inevitable intervención del estado
Es evidente que, aunque con una carga ideología muy diferente tanto EEUU como Alemania (y los países en general) aumentaron la intervención estatal para ampliar el nivel de inversión a través del gasto público, revitalizando la economía. Este proceso es claramente opuesto a los planteamientos neo-clasistas[3] que dominaban en la época y por lo tanto los debilitan, pero refuerza la teoría de Keynes, quien defendía la necesidad de la intervención del estado en el mercado ya que cumplía un papel estabilizador.
Durante este proceso, muchas de las políticas capitalistas fueron devaluadas y Keynes planteo un camino para llevar a cabo un capitalismo más estable, pero con el tiempo, estas enseñanzas están siendo negadas y se está regresando al mal camino, por decirlo de alguna manera.
Para concluir, es bueno recordar que a diferencia de las crisis precedentes, el Crack del 29 no se caracterizo por un alza de precios y trabajo sino todo lo contrario, una baja de precios y un alto nivel de desocupación en todo el mundo. Consigo trajo grandes problemas no solo económicos sino sociales y políticos, que transformaron las visiones del capitalismo, y que algunos historiadores culpan de ser el detonante de la II Guerra mundial.
[1] Cuando llego la crisis a EEUU el gobierno en poder era republicano, pero el Presidente Hoover no cumplió con las expectativas de solución y en las elecciones siguientes el partido demócrata se llevo la victoria con el presidente Roosevelt.
[2] El Nazismo pretendía, bajo el supuesto de la superioridad racial imponer su dominio sobre el mundo, llevándolo a desatar la II Guerra Mundial.
[3] En pocas palabras promulgaban la no intervención del estado y la autorregulación del mercado.